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Alto del Vino

¿Alguna vez has competido en una carrera de ciclismo?

Hace tiempo quería conocer un grupo de cilclismo femenino, saber sus dinámicas, rutas y ambiente pues considero que es bueno rodearse de personas que compartan tus gustos y te inspiren a exigirte cada vez más. Salir de tu zona de confort también es ampliar tu círculo de amistad.

 

(Tip de rodada: Las mejores aventuras se hacen realidad cuando tienes clara la meta, pregúntate ¿Qué has querido hacer pero por miedo no lo has intentado? Deja el miedo a un lado y arriésgate)

 

Entonces vi una publicación en donde convocaban mujeres y hombres a una competencia de ciclismo en la cual la meta era el Alto del Vino. Sin pensarlo dos veces, me inscribí. La carrera era a los tres días siguientes, tiempo suficiente para preparar la bici, hacerle los ajustes necesarios y sobre todo trabajar la mente porque en ocasiones puede que no tengas el mejor pedal pero si tienes control mental, la rodada es menos sufrida.

Primera vez subiendo el Alto del Vino

Sí, leíste bien, era mi primera vez en una competencia y además no había preparado la ruta previamente. Pero en la vida para todo hay una primera vez y ¿qué mejor manera para conocer lugares de Colombia que en medio de muchas personas y contra reloj?

 

(Tip de rodada: Prepara tu bicicleta, hazle mantenimiento general, consiéntela, 

lubrícale la cadena, revisale las zapatas, cámbiale el neumático, límpiala. Esto te transmitirá más confianza pues sabes que tu bicicleta está en perfectas condiciones.)

 

Pues bien, el punto de encuentro fue el Puente de Guaduas  en la 80 a las 6:00am. Según el orden de llegada se entregaron las posiciones de salida con el número que identificará a la ganadora. 

 

Para la competencia se crearon varias categorías entre ellas; femenina y masculina en las cuales se subdividieron según el tipo de bicicleta que se usara como Mbx, rutera y de piñón fijo.  

 

(Tip de rodada: Muchas personas te dirán que para subir este tipo de altos es necesario tener una bicicleta de montaña o una con cambios y sí, este tipo de bicicletas muy seguramente te facilitarán la subida, pero la verdadera potencia la tiene tu biela, tus pies).

Yo monto sola
Yo monto sola
Yo monto sola
Yo monto sola
Yo monto sola

3,2,1: ¡VAMOS CHICAS!

Salimos 97 personas; 71 hombres y 26 mujeres. Aunque en la carrera las chicas éramos las anfitrionas, la movida de hombres en el deporte es mucho mayor.

 

Una de las indicaciones que se dejó clara desde el principio por una de sus organizadoras fue que la carrera era una competencia, limpia, sin trampas, sin colgarse de carros ni dar codazos.

 

Sin embargo, ese tipo de espacios promueven la no rivalidad entre sexos sino que por el contrario la pasión por rodar se convierte en la unión entre chicas y chicos.

 

La adrenalina que se siente al estar compitiendo es una de las experiencias más gratificantes porque, por un lado, sabes que no estás sola en la carretera, se transmite constantemente una sinergia en la que otras personas te inspiran a darlo todo, a exigirte, a no quedarte a atrás y a la vez, tu te conviertes en motor para que las otras personas lleguen contigo a la meta. 

Alto del vino

Este recorrido es uno de los destinos turísticos más llamativos para los ciclistas, ya sean profesionales o amateurs gracias a la exigencia que tiene su subida con una distancia de 3.9 kilómetros, en los que se ascienden 210 metros con pendientes máximas que llegan hasta el 8.6%.  En otras palabras, una subida no tan alta pero muy prolongada y constante.

 

La carretera tiene doble calzada completamente pavimentada, señalizada y con suficiente berma. El camino es plano lo que permite avanzar velozmente hasta llegar al puente de la entrada al municipio de El Rosal, desde ese punto empieza el alto. 

 

Efectivamente no llegué a la meta en los primeros puestos, por el contrario, mi posición fue después de la mitad de los competidores, pero la ventaja más grande que tienen esas experiencias es que te mides contigo, con tus miedos, tus bloqueos y descubres que el poder mental es el mejor detonante que tenemos para explotar.  

 

La carrera tenía varios patrocinadores, así que los ganadores fueron varios. Entre los premios se entregó dinero, truzas originales del grupo Noches de Cleteras, bonos, tarros de champiñones, accesorios para bicicletas e indumentaria. La energía de todos los participantes fue genial, la experiencia inolvidable y la bajada de devuelta sin duda fue uno de los momentos más gratificantes porque solo debes inclinarte hacia delante y dejar que la brisa te acompañe de vuelta a casa.

 

¡Que el miedo no te detenga para llegar a donde quieras!

Yo monto sola
Yo monto sola
Yo monto sola
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